Situada sobre un promontorio desde donde se divisa el Municipio, se trata de una edificación modesta, pero de gran valor artístico e histórico. En su primer momento fue un sencillo muro, donde se elevaban las tres cruces. Su importancia arquitectónica actual viene dada por el aporte de cantería gris y rojiza que determina todo el conjunto, nada común en los calvarios de Canarias, contrastando con los muros blancos.

El Calvario sirve como espacio aquitectónico y teatral para la recreación de los valores catequéticos de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo, si bien no se crea "ex profeso" para la celebración de la Semana Santa, sí está relacionado con estos momentos litúrgicos.